Fritos de cebolla morada, burgol y curry
Y con un poco de repollo porque me dieron ganas.
2 personas • 30 minutos
- 1 cebolla morada
- ½ taza de burgol
- 1 huevo
- ¼ taza de leche
- ½ cucharadita de curry en polvo
- ½ cucharadita de curry en pasta (si no tienes uno de los dos, echa 1 cucharadita del que tengas)
- ½ taza de repollo picado
- aceite para freír
Corta la cebolla en pluma. Una buena forma es primero cortarle la parte de arriba y la de abajo, y luego por la mitad. Sácale a cada una la piel y la primera capa. Pon cada mitad sobre su parte plana y con un cuchillo afilado corta tajaditas bien delgadas. Después separa las plumas con los dedos.
Remoja las plumas de cebolla en un bowl con agua hirviendo por un par de minutos, o más tiempo si te gusta bien suave. Estílalas bien y luego sécalas con toalla nova.
En un bowl bate bien el huevo con la leche, echa la cebolla, el burgol, el curry y repollo. Agrega sal, pimienta y mezcla bien.
Calienta un sartén a fuego medio con una capa de aceite que cubra toda la superficie. Cuando creas que esté listo, tira un pedacito de cebolla. Si crepita, dale no más: Divide la mezcla en 4 y con un cucharón toma cada una y déjalas suavemente sobre el aceite. Fríe unos 3 minutos. Con la ayuda de una espátula de goma y con el cucharón, dálas vuelta con cuidado, metiendo la espátula por debajo y poniendo el cucharón como tope. Otros 3 minutos por este lado.
El tiempo de fritura es relativo. Por eso chequea uno de los fritos por debajo con la espátula cuando lleves 1 minuto del primer lado. Si se doró rápido tienes el fuego muy fuerte.
Después de freír ponlas en un plato con toalla nova para absorver el exceso de aceite. Echa encima alguna hierba fresca picada que tengas por ahí. Sirve al tiro.
Yo me los comí con la mano.