Pero hay momentos en que hay que escapar. Para compensarle; canapé de endibia, queso azul y pera acaramelada.

4-6 personas • 45 minutos

  • 1 endibia
  • 1 paquete de queso azul
  • 1 pera, pelada, en cubitos
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 cucharada de vinagre
  • ¼ taza de vino blanco
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 16 tostadas chicas

En una olla a fuego lento, derrite la mantequilla. Echa la endibia entera y agrega sal y harta pimienta fresca. Haz rodar la endibia para que se embetune con la mantequilla. Cuando ésta empiece a crepitar, agrega el vinagre. Revuelve. Aleja la nariz porque sale un olor muy fuerte. Deja calentar hasta que la mantequilla comience a agarrrar un tono oscuro. Ahí echa el vino blanco. Sigue calentando, hasta que se evapore el alcohol, es decir que ya no moleste cuando huelas el vapor que sale. Una vez ahí, tapa la olla y deja cocinar hasta que el vino se haya reducido; menos cantidad y más viscocidad. Ocurrido esto, apaga el fuego y deja enfriar con la olla tapada.

Mientras la endibia se esté cocinando a olla tapada, dale con la pera. En un sartén a fuego medio, calienta los cubitos con el azúcar. Revuelve de vez en cuando. El azúcar debiera derretirse y oscurecerse un poco después de unos 5 a 7 minutos. Que no se te queme. Apaga el fuego y deja repsoar en el mismo sartén.

Para armar el asunto, echa en cada tostadita un poco de la mantequilla que quedó en la olla de la endibia. Pon ésta sobre una tabla y pícala. Pon un poco en cada tostada. Luego un pedazo de queso y encima un poco de la pera. Deja enfriar por completo antes de servir.

Me echaron de menos?