Si vives solo y te falta inspiración para cocinar tu propia comida de un día cualquiera, o te da miedo el solo hecho de mezclar dos ingredientes que nunca has probado juntos, o quizás necesitas hacerte el choro frente a alguien, aquí podrás encontrar recetas -o simples combinaciones- fáciles de hacer y con lo que hay en el refrigerador.

También, si quieres ir un poco más allá, con platos de mayor elaboración pero no necesariamente difíciles, que te pueden servir para agarrarle el gusto a cocinar y para darte cuenta que comer variado en la casa no es inalcanzable.

Sin estudios culinarios, pero con habilidades transmitidas por la sangre, soy principalmente un aficionado a comer y tomar rico, y que después de bastante tiempo de ensayo y error, he logrado comprender el comportamiento y las mañas de los materiales (los que se llevan bien y los que se llevan pésimo), y fundamentalmente perderle el miedo a experimentar.

Tras varios años de autoentrenamiento, se me hace necesario compartir lo que disfruto a diario.

Por lo tanto, a gozar.